El Municipio de Agaete

 Se pretende en este capítulo determinar las características generales del Municipio de Agaete, partiendo de una descripción de su medio físico, su climatología y su población, para finalizar con una breve reseña referida tanto a su historia como a su estructura económica.

El resultado de la información finalmente contenida en el presente capítulo se ha obtenido a través de la síntesis de los datos contenidos en tres referencias básicas:

  • "Gran Enciclopedia Canaria" (1994, Ed: Ediciones Canarias);
  • "Geografía de Canarias" (1998, Ed: Interinsular Canaria);
  • "Gran Canaria Siglo XXI. Diagnóstico de Situación" (1998, Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria-Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)

 



Medio Físico

Valle De los municipios que se extienden por la fachada septentrional de Gran Canaria, Agaete es el situado en posición más occidental, allí donde el semicírculo que dibuja la isla comienza a orientarse al Oeste. Sus límites se establecen al Norte y Este con el municipio de Gáldar, mientras que al Sur y al Oeste linda con el cumbrero de Artenara.

Su escasa extensión -45.8 km2- se reparte entre una zona de montaña muy abrupta, que ocupa la mayor parte de su superficie, encontrándose entre los dos sectores geológicos más reciente y más antiguo de la isla. En su mayor parte el sustrato geológico aparece al desnudo, mostrando enormes paquetes de coladas de lava cuya presencia nos remonta hasta 14 millones de años atrás, periodo en que las erupciones volcánicas construyeron esta parte de la isla. Tanto en el Valle como en los andenes que caen sobre el mar puede distinguirse cómo los estratos lávicos inferiores se encuentran inclinados hacia el interior de la isla, surcados por infinidad de chimeneas fisurales -diques- que aparecen descalzados por la erosión, desprovistos de suelos y sometidos a una intensa fragmentación de las rocas.

La inclinación de los estratos lávicos, ya citada, hacia el interior de la isla, los fuertes escarpes costeros, la existencia de roques aislados, como el Dedo de Dios, y la ausencia de curso bajos de barrancos de Guayedra y El Risco, indican una prolongada acción erosiva sobre las costas, que han visto retroceder sus límites muchos kilómetros en los últimos millones de años.

Planta del CaféEn el macizo de Tamadaba es donde el municipio alcanza sus máximas altitudes, constituido por potentes mantos de traquitas y fonolitas que, agredidas por las cabeceras de los barrancos de Agaete (al Norte y Noroeste) y El Risco (al Suroeste), y atacado desde el Oeste por los barrancos de Guayedra y La Palma, se presentan como un bloque levantado que culmina en los 1.444 metros del Pico de Tamadaba, cubierto por un bosque de pinos (Pinus canariensis) de gran variedad florística y notable importancia paisajística.

Entre la montaña de Tamadaba y la de Altavista, se encuentra la gran cabecera del barranco de El Risco, la más amplia de las que drenan este macizo y que en cotas inferiores dan paso a un ancho valle abierto hacia al Noroeste, con potentísimos taludes que suavizan las pendientes en el curso bajo.A comienzos del Cuaternario, la actividad volcánica emitió de nuevo abundantes basaltos que rodearon al macizo de Tamadaba por el Este, dando lugar en la zona de contacto de estos materiales y las rocas, el actual barranco desde Los Berrazales hasta Agaete. Una colada de algunos metros de espesor, conocida como el Malpaís de la Necrópolis, resultante del encuentro de los flujos de este volcán y el Hondo de Fagagesto, cubrió hace pocos miles de años el fondo del barranco, prolongándose hasta la amplia llanura aluvial y llegando a la orilla del mar.



Climatología

Finca de Café Con una orientación predominante al Noroeste, el municipio de Agaete no ofrece frontalidad a los alisios, lo que condiciona una escasez de precipitaciones, que se agrava con la gran escorrentía ocasionada por las pendientes y por no disponer de vasos adecuados para el represamiento de las aguas superficiales.

Las lluvias son irregulares y escasas, alcanzando los máximos pluviométricos poco menos de 700 l/m2 en Tamadaba, 265 l/m2 en Guayedra y menos de 200 l/m2 en Agaete y el Risco. Esta aridez determina en las zonas inferiores a los 400 metros el predominio de una cobertura de matorrales muy dispersa, de tabaibales y restos de cardonales (Euphorbia canariensis). En los fondos de los valles se concentran algunos palmerales (Phoenix canariensis), como en Guayedra, El Risco o El Valle, y sólo en las cumbres de Tamadaba hace su aparición el bosque de pinos (Pinus canariensis).

Aunque todos los paisajes vegetales han sido sometidos al pastoreo y a la tala en siglos anteriores, este pinar constituye el bosque de pinos que más variedad florística posee Gran Canaria. La altura y las condensaciones provocadas por el alisio, en su rápido ascenso por los andenes que caen al mar, nos permiten hablar de un pinar húmedo, en el que junto con el sotobosque de jaras (Cystus simphtytipholius y Cystus monpeliensis), brezos (Erica arborea) y fayas (Myrica faya).

Finalmente, los límites superiores de los escarpes, especialmente las entalladuras labradas en ellos por las cabeceras de Guayedra, albergan una vegetación relítica con interesantes endemismos y especies de la laurisilva.



Poblamiento y Población

El poblamiento del termino municipal de Agaete se remonta a la época prehispánica, cuando estaba habitada por una población de cierta entidad, como lo atestiguan yacimientos arqueológicos de muy diverso tipo que se encuentran esparcidos por su término.

AgaetePor otra parte, su situación en el Noroeste grancanario facilitó su poblamiento desde los primeros momentos de la conquista. La existencia de uno de los mejores puertos naturales del litoral del Norte de la isla propició, en primer lugar, la penetración de tropas hacia el interior del guanartemato de Gáldar, y además contribuía a una rápida comunicación con la isla de Tenerife de la que sólo distaba escasas horas.

El poblamiento se concentra básicamente en el Valle, que es, además, la zona con menores desniveles, con mayores disponibilidades hídricas, con suelos profundos y aptos para la práctica de la agricultura y, por último, con un litoral bajo adecuado para la pesca.

Precisamente, en esa zona los núcleos más sobresalientes son los que componen la capital municipal, que agrupa al 68% de la población total. Le sigue en importancia el barrio de San Pedro, en el interior del Valle, Vecindad de Enfrente y el Puerto de Las Nieves. Fuera del curso bajo del barranco de Agaete, los caseríos de El Sao y El Hornillo, situados en las zonas montañosas, se han despoblado en los últimos años.

Más al oeste, la población del pago agrícola y ganadero de El Risco en el fondo del barranco de su mismo nombre, asciende 253 habitantes de derecho.

A continuación, se presentan las tablas 1, 2, 3 y 4, en las cuales se recogen diversas estadísticas poblacionales comentadas en el presente apartado.

Tabla 1 - Entidades de Población de Agaete
ENTIDAD HOMBRES MUJERES TOTAL
Agaete Casco 1838 1779 3617
Valle de Agaete 658 645 1303
Guayedra 8 5 13
El Hornillo 20 20 40
Los Llanos 22 21 43
Puerto de Las Nieves 306 268 574
El Risco 130 123 253
El Sao 3 3 6
Total 2985 2864 5849

Fuente: Elaboración Propia, a partir del ISTAC (2000)

Tabla 2 - Entidades de Población de Agaete por núcleos: Agaete casco
NÚCLEOHOMBRESMUJERESTOTAL
Agaete 182117583579
El Turman123
Diseminado161935
Total183817793617

Fuente: Elaboración Propia, a partir del ISTAC (2000)

Tabla 3 - Entidades de Población de Agaete por núcleos: Valle de Agaete
NUCLEOHOMBRESMUJERESTOTAL
Los Berrazales 6612
Casas del Camino273461
Las Cuevecillas131730
San Pedro180173253
Urbanización La Suerte219207426
Vecindad de Enfrente164168332
Diseminado494089
Total6586451203

Fuente: Elaboración Propia, a partir del ISTAC (2000)

Tabla 4 - Entidades de Población de Agaete por núcleos: Guayedra.
NÚCLEOHOMBRESMUJERESTOTAL
Diseminado8513
Total8513

Fuente: Elaboración Propia, a partir del ISTAC (2000)



Breve Reseña Histórica

Valle Con el topónimo Agaete (derivado al parecer de entrar o penetrar, de modo que la voz significaría “la entrada del sol o el lugar por donde el astro se esconde”, es decir, lo que hoy día se conoce como “la banda de poniente”), las Crónicas de la Conquista de Gran Canaria aluden al poblado principal del bando o cantón aborigen asentado en el actual término municipal de igual denominación. El topónimo prehispánico fue luego castellanizado por Lagaete durante todo el período moderno, para retornar posteriormente a su primitivo origen.

El primer ocupante del territorio fue, la comunidad indígena, integrada desde el punto de vista social y político en el guanartemato de Gáldar a raíz de la fragmentación del territorio insular en dos reinos en fechas próximas al inicio de la conquista castellana (1478). Las investigaciones arqueológicas realizadas hasta el momento sobre un patrimonio que ha sufrido un deterioro continuado a lo largo de los siglos, atestiguan la riqueza de su sociedad aborigen. Destaca la gran necrópolis del Maipés de Agaete, con más de un millar de túmulos, cuyo trazado reproduce el modelo tumular característico de las áreas de malpaís. El segundo enclave arqueológico se encuentra en el Valle y Roque de Guayedra, donde se han aislado los distintos modelos de ocupación del territorio: hábitat en viviendas de superficie y en cuevas naturales, así como cuevas funerarias y enterramientos tumulares. Por último otros conjuntos de gran interés son las cuevas de habitación de El Juncal y del Moro, ésta con arte rupestre, o la de Vizvique, con silos o graneros abiertos en la roca.

El territorio presentaba condiciones favorables para la economía aborigen. Sus extensos pastizales alimentaban los rebaños de cabras y ovejas, y las terrazas irrigadas del valle permitían el desarrollo de una agricultura de regadío, con legumbres y sementeras de cebada, el principal cereal de la dieta aborigen. El litoral ofrecía además condiciones para la actividad pesquera; una actividad que durante el período posterior mantuvo su prestigio en la economía insular.

MolinilloSe desconoce el desenlace de los primeros encuentros entre los navegantes europeos dedicados al tráfico esclavista y al intercambio de orchilla y sangre de drago con los jefes indígenas a cambio de objetos manufacturados, especialmente de útiles de hierro. Ahora bien si los mallorquines alcanzaron al parecer las costas de la Aldea de San Nicolás, nada impide considerar su presencia en la costa de Agaete.

No obstante, en 1478 se inició la conquista insular por las fuerzas castellanas al mando de Juan Rejón, sustituido por Pedro de Vera en 1480, el cual dispuso la construcción en Agaete de una torre o fortaleza desde la cual castigar la resistencia indígena.

La citada torre tuvo como primer alcaide a Alonso Fernández de Lugo, siendo su gesta más importante la captura del guanarteme de Gáldar, Thenesor Semidán, quien, posteriormente fue bautizado con el nombre de Fernando Guanarteme por los Reyes Católicos, ejerciendo el papel de mediador entre los castellanos y la resistencia indígena.

Finalizada la conquista en abril de 1483, el nuevo ocupante se interesó de inmediato por las tierras irrigadas de la comunidad aborigen de Agaete, aptas para el desarrollo de los cañaverales, productores del preciado azúcar con destino a los mercados europeos, pasando la mayor parte de los mismos a manos del genovés Antón Cerezo. En este momento pasan a formar parte de la población de la zona, entre otros, genoveses, castellanos y la población aborigen que supervivió, integrando todos una sociedad que basó su economía en las labores agrícolas. La buena marcha de esta actividad permitió un rápido repoblamiento de la zona, gracias a la demanda de mano de obra tanto asalariada como esclava, y conectó al Puerto de Las Nieves con los mercados europeos.

CaféNo obstante en el transcurso del siglo XVI, estos brillantes inicios no tardaron en desaparecer debido a la competencia de la economía azucarera americana, manteniéndose los vínculos mercantiles del exterior con una producción de vinos de inferior calidad, destinados a mercados poco exigentes.

Durante el siglo XVII, el lugar inició una lenta recuperación poblacional y demográfica, dando así lugar al surgimiento de los principales núcleos de población que conformaron el municipio, tal es el caso El Valle, el Sao, o el Hornillo.

La agricultura siguió siendo durante los siglos posteriores el motor de la economía de Agaete, experimentando un impulso a partir del siglo XIX con la introducción de la cochinilla y posteriormente el tomate, produciéndose en este período la construcción del antiguo muelle con lo cual se hace más fluido el comercio con el resto de las islas y en especial con Tenerife, desarrollándose, a partir del mismo una burguesía comercial junto a la terratenencia. La actividad agrícola, pesquera e industrial -fábrica de calzados y embotelladora de agua mineral- crearon una etapa de relativo bienestar económico y una creciente conciencia de clase en el seno del campesino, que estalló con violencia cuando la crisis mundial de 1929 arruinó la economía exportadora local.

Las décadas posteriores a 1940 supone los indicios de una cierta recuperación económica, debido a la recuperación de los mercados de tomates y plátanos, tocando en la actualidad su historia agraria su fin, ya que sus expectativas económicas se dirigen fundamentalmente hacia el desarrollo del sector servicios.



Estructura Económica

Históricamente la actividad económica predominante ha sido la agricultura, marcada en su fase previa por la exportación de caña de azúcar, posteriormente el cultivo de la cochinilla y el tomate al extranjero, así como la producción de granos diversos para abastecimiento local. En cuanto a la ganadería, destacaron dentro de su escasa significación, el ganado cabrío y el lanar.

SemilleroEn la actualidad, los cultivos tradicionales, destinados al consumo interior, y la ganadería han quedado relegados a zonas marginales, donde predominan la pequeña propiedad y los terrenos de secano. Por el contrario, las mejores tierras, situadas en el fondo del Valle se dedican a cultivo de árboles y frutos tropicales (mangos, naranjos, papayas, café, aguacates,...) así como diversos productos hortícolas.

La escasez de agua y el avance urbanístico plantea graves problemas a la agricultura, dado que los antiguos manantiales que cubrían las necesidades se encuentran hoy secos, cediendo terrenos a favor de las actividades terciarias, sobre todo la hostelería y restauración, fruto del desarrollo turístico experimentado en la Isla.

La actividad pesquera fue también importante hasta hace pocos años, encontrándose en retroceso en la actualidad, abasteciendo principalmente el consumo local de la comarca, localizada en el Puerto de Las Nieves.

La construcción del puerto con orientación comercial-pesquero-deportivo, ha convertido a la villa en la vía más importante de comunicación marítima de Gran Canaria con la Isla de Tenerife.

Por otra parte, está teniendo gran auge el turismo rural, donde se cuenta con un territorio de gran riqueza natural, caracterizado por un paisaje variado y lleno de contrastes, unido a las prácticas ganaderas, artesanas y agrícolas. Actualmente, la oferta de turismo rural se compone, principalmente, de una oferta alojativa (formada por dos complejos hoteleros y 12 casas rurales), unido a diversos senderos y caminos reales.

Agaete cuenta también con un rico patrimonio histórico, artístico y natural, del que destacan varias piezas de gran valor artístico como el tríptico de estilo flamenco del siglo XVI ubicado en la Ermita de las Nieves, dedicado a la Virgen de las Nieves; la iglesia de la Concepción, en el casco de la localidad, la Ermita de San Sebastián y diversos edificios caracterizados por su arquitectura de estilo tradicional canario del siglo XIX; y natural, como el emblemático Roque Partido, conocido popularmente como “Dedo de Dios”, al que hay que sumar “El Huerto de las Flores”, máximo exponente del patrimonio natural de la villa, un jardín donde se cultivan más de 200 especies exóticas.

CafetalAgaete es fundamentalmente conocida a nivel regional, nacional e, incluso, internacional, por su fiesta más popular: la bajada de la Rama. Esta fiesta, fiel reflejo del espíritu alegre y festivo de las gentes del municipio, declarada de Interés Turístico Nacional en 1972, se celebra el 4 de Agosto de cada año en honor a la Virgen de las Nieves. Se trata de un evento festivo en el que se han encontrado connotaciones similares con el rito aborigen para solicitar agua de lluvia. Durante la fiesta, miles de personas danzan agitando ramas al viento al ritmo excitante y contagioso que producen las Bandas musicales, recorren las calles de la villa y del puerto, hasta llegar al mar, donde golpean las ramas contra el agua, acto culminante del rito. Finalmente, los danzantes depositan las ramas en el santuario de la Virgen de las Nieves a modo de ofrenda (Ver Figura 8, para conocer el resto de fiestas populares que se celebran en el municipio).

Agaete es, en definitiva, un lugar de encuentro donde las costumbres más auténtica aún perviven y donde la tranquilidad y la belleza de su paisaje entre palmeras y pinares, invitan a disfrutan a propios y extraños de una oferta de ocio, cultura y turismo de lo más variada y singular.